1. Sustituto. Sustituto. Sustituto. Use leche descremada en lugar de yogur griego entero en lugar de crema agria, azúcar en polvo en lugar de glaseado, caldo bajo en sodio, pan integral y salsa y queso bajos en grasa. ¿O por qué no hacer judías verdes sin la cazuela? Sus invitados a la cena probablemente nunca se darán cuenta.
2. Compre a los productores locales los ingredientes más frescos y naturales. Visite su puesto de frutas, huerto o agricultor local para comprar alimentos frescos (ya veces orgánicos). “Cuando compras productos en un mercado, las cosas se guardan en un refrigerador por mes. Y la carne de res y cerdo, cuanto más tiempo se asienta, pierde nutrición”, dice Paul Polizzi, chef ejecutivo del restaurante Farmhouse en Fair Oaks Farms en el condado de Jasper, que vende su propia carne, verduras y productos lácteos. “Algo… recogido ese día será más fresco, tendrá más vitaminas y nutrientes”.
3. Coma (y beba) con moderación. Para ahorrar calorías, quite la piel de la carne. Sáltate el rollo y la mantequilla. Beba agua con gas o vino en lugar de bebidas altas en calorías como refrescos o cerveza. Pruebe un postre en lugar de tres. Limítese a un plato en Acción de Gracias.
4. Asegúrese de que al menos la mitad de su plato sean vegetales. Es una regla fácil de recordar para ayudarlo a reducir los carbohidratos y las grasas.
5. Lleva guarniciones nutritivas. Si va a una comida compartida, lleve un plato saludable, como una bandeja de verduras, nueces, ensalada de pasta integral o brochetas de frutas. O pensar fuera de la caja. "¿En cuántos eventos has estado donde tenían demasiada comida?" pregunta Kate Fairbairn, entrenadora de vida y nutrición en Community Hospital Fitness Pointe en Munster. “Otra opción es llevar un lindo ramo de flores. Durará después de la fiesta, es bonito y no agregarás más comida”.
6. Mantenga un diario de alimentos. Si sabe cuánto ha comido, sabrá cuándo tiene espacio para disfrutar de las batatas de su abuela o de un trozo de pastel de calabaza.